Cuando el discípulo está listo
el maestro aparece.
La doctrina Zen señala como fundamento de su enseñanza:
-La recuperación de la simplicidad y de la sencillez.
-La posibilidad de hallarlo todo,
paradójicamente, al perderlo todo.
-Un especial entusiasmo en la riqueza del vacío.
-La inexistencia de un principio y un fin.
Tan solo existe el vacío.
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