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| Mi segunda tierra, la mar.. |
Cuando me siento frente al mar,
se pierde mi mirada,
en la soledad,
en la sensaciones,
en la pequeñez
en la inmensidad.
A veces, me acongoja
el dolor de la pérdida,
a veces, me reconforta
sabiendo que me acompaña la soledad.
No es tanto el dolor,
por que no es una pérdida repentina,
sino algo paulatino
que ha tenido que ser así,
lentamente, poco a poco.
Solo por hoy,
una caricia al alma,
que hoy, la necesito...
Por eso, me siento y
miro la mar, hoy de seda..
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